sábado, 28 de julio de 2012

Ingeniería de seguridad aplicada a la prevención general de riesgos eléctricos - Parte III

Sobreintensidades.

Existen dos tipos de sobreintensidades:

Las debidas a sobrecargas, cuando se conectan a la instalación receptores que consumen (entre todos) una intensidad mayor que la nominal de la misma.
Las debidas a cortocircuitos producidos accidentalmente en un punto de la instalación.
Los elementos típicos de protección contra las sobrecargas son: Fusibles.
Relés Térmicos o electrónicos.
Relés de sobreintensidad de tiempo inverso (mecánicos o electrónicos).

Los dos últimos elementos de protección anteriores deben ir asociados a un elemento con poder de corte para abrir el circuito y dicho elemento puede ser un contactor o un interruptor automático

Los dispositivos típicos de protección contra cortocircuitos son: Fusibles.
Relés magnéticos o electrónicos (asociados con interruptores automáticos del poder de corte adecuado).


Sobretensiones.

Pueden ser debidas a fenómenos atmosféricos (rayos) o a maniobras de apertura o cierre de interruptores en la instalación. Hasta fechas actuales se han considerado en el diseño de instalaciones con tensiones superiores a 1000 V pero no en el de instalaciones de tensiones inferiores a los 1000 V. Los elementos de protección son:

Pararrayos o autoválvulas. Descargadores. Limitadores.

 Subtensiones.

En determinadas instalaciones deben tomarse precauciones puesto que las bajadas de tensión pueden suponer un riesgo para los elementos conectados. Igualmente existe peligro cuando se producen faltas de tensión con restablecimiento inmediato si no se adoptan las medidas oportunas Se utilizan bobinas de mínima tensión para detectar bajadas de tensión y rearmes no automáticos para evitar reconexiones índeseadas.


Seccionamiento y mando de las instalaciones para garantizar la seguridad.

En toda instalación se dispondrán los medios necesarios para evitar la puesta en tensión de forma imprevista y para la descarga de la energía almacenada en elementos de la misma.

Cuando exista tensión en el interior de una envolvente aislante de una instalación se dispondrá una señal indicadora de peligro, a menos que exista enclavamiento mecánico que obligue a dejar sin tensión las partes activas del interior antes de facilitarse el acceso al interior.

Se dispondrán los elementos de corte necesarios para evitar que por mantenimiento mecánico se produzcan daños corporales. Entre las instalaciones típicas a las que se les aplica esta regla están:

-           Grúas.
-           Ascensores.
-           Escaleras mecánicas.
-           Transportadoras.
-           Máquinas herramientas.
-           Bombas.
-           Molinos.
-           Etc.

Se dispondrán los medios apropiados que impidan la puesta en funcionamiento inesperado de la máquina durante el mantenimiento, a menos que los medios de corte estén bajo la vigilancia continua de todas las personas que efectúan dicho mantenimiento.

En las instalaciones que necesiten control de su alimentación para suprimir peligros inesperados se dispondrán elementos de corte por emergencia.

Cualquier aparato de una instalación dispondrá de un dispositivo de mando funcional adecuado (las tomas de corriente pueden usarse hasta 16 A)

Los circuitos de mando para motores impedirán el arranque de los mismos después de una parada por caída de tensión, si tal arranque pudiera suponer un peligro.
  
Materiales.

La adecuada selección y completa especificación de las características de los material que deben
emplearse en las instalaciones eléctricas es un requisito indispensable en la seguridad de las mismas.

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