Debido a su función vital en la seguridad, los sopletes, los múltiples, los reguladores y los aparatos
relacionados deben estar "aprobados", lo que usualmente significa aprobados por un laboratorio reconocido, como Underwriters' o Factory Mutual.
El soplete común y corriente, que se ilustra en la figura 15.7, es una pieza de ingeniería más
compleja de lo que la mayoría de la gente piensa. A menudo se considera al soplete como un
simple y útil conjunto de tubo y válvula para suministrar tanto oxígeno como gas combustible a
la flama de soldadura, pero es más que eso. Observe en la figura que tiene una cámara mezcladora. El soplete está diseñado de forma que el mezclado tenga lugar en el momento correcto y con
el volumen total correcto. El soldador controla la proporción de volúmenes de la mezcla ajustando las válvulas del soplete para oxígeno o acetileno: una flama oxidante rica en oxígeno y una
flama reductora rica en combustible; pero el volumen total de la mezcla lo determina el soplete.
La cámara mezcladora corresponde a las diversas aperturas correctas para las puntas de soplete
aprobadas, y esto también es un equilibrio importante. Si se perturba este equilibrio, las velocidades de flujo se pueden alterar también, y la flama puede empezar a recorrer la corriente de la
mezcla y comienza a arder dentro del soplete.
Esto en realidad no es tan poco común; todos los
soldadores conocen este fenómeno y lo llaman retroceso de la llama. Un sonido explosivo es la
advertencia de que está a punto de ocurrir. Una vez que comienza, se puede escuchar un sonido
zumbante distintivo. El calor generado dentro del soplete pronto lo arruinará, además de que
presenta un riesgo de seguridad. Esta peligrosa situación se controla cerrando rápidamente ambas válvulas del soplete.
Aún con el soplete y las puntas aprobadas, puede ocurrir un retroceso de la llama debido al
deterioro del equipo, especialmente en las puntas. Éstas puntas operan cerca del calor, y desde luego
se vuelven frágiles, se queman y se agrietan o se les caen pedazos. Si no se remplaza la punta, es más
probable que sucedan retrocesos de la llama.
A pesar de la importancia y complejidad del soplete y de la punta, no es poco común ver que los
usan como martillo o como cincel. La tentación proviene de la formación de la escoria, un producto
de desecho del fundente del que ya hablamos. Generalmente, la escoria dura cubre la soldadura y se
le adhiere. Para terminar el trabajo, el soldador o su ayudante deben eliminar la escoria de la soldadura terminada. El soplete y su punta están tan a la mano para este trabajo (observe la forma en la figura
15-7) que muchas veces los soldadores se ahorran una caminata utilizando el soplete como herramienta. Es una buena manera de arruinar una pieza costosa del aparato y al mismo tiempo de aumentar la posibilidad de un retroceso de la llama.
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