Los fabricantes de soldadura industrial con arco hacen todo lo posible, mediante de las normas federales que han ayudado a redactar y por otros medios, para promover sus equipos por encima de
modelos menores y más baratos que pudieran hacerles competencia. Pero además del lucro hay otra
razón para sus esfuerzos. Se encuentran modelos pequeños y relativamente poco costosos de máquinas para soldadura de arco que operan con la corriente doméstica ordinaria de 110 volts. Pero hay
desventajas físicas en la soldadura con corriente doméstica ordinaria. La soldadura requiere de grandes
cantidades de energía eléctrica en forma de circuitos de bajo voltaje y alto amperaje. Debido a que los
circuitos domésticos están diseñados para amperajes insuficientes para soldar, las pequeñas máquinas domésticas compensan con voltaje lo que les falta en amperaje. Los riesgos del alto voltaje de
estas pequeñas máquinas de soldadura son difíciles de comprender, porque las máquinas de soldadura industrial se alimentan de voltajes mucho mayores, del orden de 240 a 480 volts. La clave de la
paradoja es que las máquinas industriales reducen el alto voltaje a menos de 80 volts, en tanto que
elevan el amperaje a niveles eficaces. En el capítulo 16 volveremos al tema del voltaje y el amperaje,
y entonces dejaremos en claro el problema de la máquina de soldadura.
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