Los cilindros para soldadura con gas nos son tan familiares que es difícil recordar su devastador
poder destructivo. El acetileno, el gas combustible para la mayor parte de las soldaduras con gas, es
tan inestable que está prohibida su presurización en múltiples a presiones superiores a 15 psig (30
psia). Compare esta baja presión con la del familiar oxígeno, el nitrógeno y otros cilindros de gas
comprimido ordinarios, que contienen presiones que superan los 2000 psi.
Hay varios trucos para evitar los riesgos por inestabilidad del gas acetileno; el más popular es
disolverlo en un solvente adecuado, por lo general acetona. En estas condiciones, se puede elevar la
presión hasta alrededor de 200 psi. Conforme el gas acetileno se extrae del cilindro, la presión baja
ligeramente, lo que permite que una mayor cantidad de gas se separe de la solución y se consiga un
equilibrio a una presión adecuada para la soldadura.
De esta manera, se puede almacenar una cantidad relativamente grande de acetileno en un cilindro razonablemente portátil.
La figura 15-5 muestra el interior de un cilindro de acetileno. La mayoría de la gente no sabe
que el cilindro contiene un material de relleno sólido y absorbente para la solución de acetona y
acetileno. El contenido es más líquido que gaseoso, y esto lleva a otro riesgo. Los cilindros de acetileño deben mantenerse con el extremo de la válvula hacia arriba, tanto cuando están almacenada
como cuando están en uso. No hay peligro en inclinar los cilindros ligeramente, y de hecho es práctica común hacerlo cuando se usan carretillas manuales para manejar cilindros conectados para su
uso. Sin embargo, es un buen consejo no inclinar los cilindros a un ángulo mayor de 45° de la vertical
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