Los riesgos eléctricos aparecen básicamente por dos causas:
· Defectos en las instalaciones
· Actuaciones incorrectas
Para disminuir o eliminar los riesgos es necesario actuar sobre las causas de los mismos. Las actuaciones posibles sin intentar ser exhaustivos pueden resumirse en las siguientes:
· Diseño adecuado de los sistemas eléctricos a las características y al uso.
· Correcta ejecución (empleando los materiales especificados).
· Verificación antes de la puesta en servicio.
· Cuidado mantenimiento y realización de verificaciones e inspecciones periódicas.
· Formación del personal sobre los riesgos de sus actuaciones y los equipos de protección
· Establecimiento de los sistemas de control que eviten intervenciones de personal sin la formación adecuada para realizarlas.
· Formación del personal en prestación de primeros auxilios y técnicas de reanimación. En caso de parada cardiaca o fibrilación ventricular, si se reanima al accidentado en un plazo no superior a 4 minutos la probabilidad de salvación es del orden del 50%. Es imprescindible asegurarse de que no se produzca un nuevo accidente antes de proceder a la extracción del accidentado del lugar en que se encuentre (comprobando la ausencia de tensión o utilizando elementos aislantes adecuados en caso de duda).
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