Casi todo el saldo de fallecimientos por equipo pesado de construcción se debe a personal atropellado. El estudio de esta importante categoría de decesos apunta a dos direcciones principales: la visibilidad del operador y la concientización del peatón.
No es factible darle a los operadores una visibilidad tan buena como la que gozan los conductores de automóviles particulares, en razón de la enorme pieza de maquinaria que mueven en
tierra. No es ninguna sorpresa que ocurran con tanta frecuencia atropellamientos en las obras en construcción.
El operador necesita toda la ayuda disponible pero, irónicamente, algunos de los parabrisas en peor estado se observan en el equipo de construcción. Desde temprano, el operador, el
supervisor y todos los interesados están ansiosos por poner en movimiento el equipo, pero si la
mañana es fría, es crucial descongelar y retirar la escarcha, y muchas veces el equipo a propósito
no es bueno. Los parabrisas sucios o agrietados también son una imagen común en el rudo ambiente de la construcción.
El segundo eslabón en la cadena de la prevención de los riesgos de atropellamiento es la
bocina que advierte al personal cuando la visibilidad permite que el operador vea a los trabajadores en peligro en el suelo. Por lo común, el personal está distribuido por toda la obra en construcción, y el operador necesita una buena bocina para anunciarles cuándo están peligrosamente
cerca.
Además de la bocina normal, se necesitan también "alarmas de reversa", que sirven al equipo
para el movimiento de tierra y los vehículos para la construcción que tienen obstaculizada la visión
hacia atrás, cuando marchan, precisamente, en reversa. El término visión obstaculizada puede ser
algo vago, pero la mayoría de los profesionales de seguridad e higiene están asumiendo la postura de
que las máquinas para el movimiento de tierra de todo tipo necesitan estas alarmas. Ha muerto demasiada gente por el movimiento en reversa de las máquinas para tomar este requerimiento a la ligera.
Esto se dice, aunque se reconoce que el constante bip-bip-bip de las alarmas de reversa puede ser muy
monótono en una obra en construcción y quizás incluso lleve a cierta complacencia de parte del
personal en peligro. Una alternativa es la colocación de un observador de pie detrás de la máquina,
para alertar a los demás siempre que la máquina retroceda. Sin embargo, esto es costoso y tiene la
desventaja de ser un control administrativo o de práctica de trabajo, en vez del siempre preferido
control de ingeniería representado por la alarma de reversa.
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