El probador de circuitos (figura 16.13) tiene simplemente dos alambres terminales conectados por un
pequeño foco, casi siempre de neón. Cada vez que una de las terminales toca un alambre con corriente y la otra un conductor aterrizado, lo que completa el circuito, el foco se enciende. El probador
funciona sólo para cierto margen voltaje, pero la mayor parte son capaces de manejar circuitos tanto
de 110 como 220 volts. El probador de circuitos es de alguna manera un dispositivo de segundad,
pues con él los trabajadores de mantenimiento se aseguran que la energía está desactivada antes de
tocar los cables de corriente. El probador de circuitos se puede utilizar también para determinar si las
partes expuestas de las máquinas o los conductores están vivas o energizadas.
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