Es bien sabido que las cabezas en forma de hongo en cinceles, cuñas y otras herramientas de impacto
son poco seguras. El riesgo es que una esquirla de metal se desprenda y cause una lesión grave al
incluso la pérdida total de la vista. Otro problema de las herramientas manuales corresponde a los
mangos defectuosos, especialmente las cabezas de martillo flojas.
Las obras en construcción emplean a veces herramientas neumáticas, como taladros
engrapadoras o clavadoras. Las herramientas neumáticas deben estar aseguradas a la manguera
mediante algún medio, a fin de impedir una desconexión accidental. Las mangueras mayores a 1.3
centímetros de diámetro interior necesitan un dispositivo reductor de presión, para impedir una
acción de látigo en caso de fallas.
La figura 17.3 es un diagrama de un dispositivo reductor de
presión para este fin. Es un simple dispositivo en línea, que usualmente se coloca entre la manguera y el compresor. Por desgracia, el dispositivo reduce la capacidad total del sistema. Operando a
toda capacidad, por ejemplo cuando se conectan varias herramientas al mismo tiempo, la presión
corriente abajo se vuelve tan baja que el dispositivo (válvula cargada con resorte) comienza a cerrar,
como si la tubería corriente abajo se hubiera roto. Esto cierra o casi el suministro de aire a las
herramientas, por lo que el sistema es inútil a esa capacidad. El resultado es que el trabajador retira
el dispositivo de la línea y desaparece. Éste es un dolor de cabeza para muchos gerentes de seguridad y salud.
Se han descubierto algunas aplicaciones para herramientas de operación hidráulica, en particular en el campo de la construcción de los servicios públicos. Las herramientas hidráulicas operan
según el mismo principio que las neumáticas, pero como medio utilizan líquidos en lugar de aire.
Las presiones del fluido pueden alcanzar 3000 psi manométricos, aproximadamente 20 veces la
máxima presión que alcanzan herramientas neumáticas. Presiones tan elevadas dan a las herramientas hidráulicas una potencia mucho mayor que las herramientas neumáticas, pero se corren
riesgos si se exceden los límites de presión de operación del equipo.
Sin embargo, desde el punto
de vista del ruido en el trabajo las herramientas hidráulicas tienen ventajas de seguridad e higiene
sobre las neumáticas. Los riesgos adicionales debido a los fluidos hidráulicos son la conductividad
eléctrica y el incendio. Estos riesgos tienden a entrar en conflicto, puesto que los fluidos más
resistentes al fuego son conductores eléctricos. Cuando se trabaja en la construcción y modificación de sistemas de servicio de transmisión y distribución eléctrica, el riesgo de la conductividad
eléctrica es más grave que el de incendio.
Es necesario que los fluidos hidráulicos utilizados para
las secciones aisladas de camiones grúas, elevadores aéreos y herramientas hidráulicas utilizados
en o cerca de cables y equipo energizados para la transmisión y distribución de la energía sean del
tipo aislante. Los fluidos utilizados en las herramientas hidráulicas empleadas en otras aplicaciones deben ser resistentes al fuego.
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