controlar. Naturalmente, el peso levantado es importante, pero muchos otros factores determinan la
ocurrencia de una lesión. Incluso el levantamiento de un peso ligero, digamos tres o cinco kilos,
puede causar lesiones graves de la espalda si las condiciones son buenas (o más bien malas). También
es importante la condición física de quien levanta la carga.
Hemos insistido en la técnica, y se escucha con frecuencia la conseja: "levanta con las piernas, no con la espalda".
Pero es una regla más bien difícil de seguir, porque somos capaces de
levantar más peso con la espalda que con las piernas. Levantar con las piernas requiere acuclillarse
y después alzar tanto la carga como el cuerpo. Para cargas pesadas, esto requiere de mucha fuerza
en las piernas, y es especialmente difícil si el trabajador no está acostumbrado.
El entrenamiento y
el ejercicio con pesos ligeros ayudan a adquirir la técnica, pero hay todavía otras desventajas.
Chaffin y Park (ref. 16) han demostrado que, si la forma de la carga es tal que deba ser traída frente
a las rodillas, levantar con las piernas aumenta la compresión en la parte inferior de la espalda.
Otra cosa que la tan citada regla ignora es el hecho de que levantar con las piernas consume hasta
50 por ciento más de energía que levantar con la espalda, sobre todo cuando la carga es ligera y
mayor la frecuencia de los levantamientos.
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