La soldadura es una de las causas principales de los incendios industriales. Quizás más que con
cualquier otro riesgo de la soldadura, el gerente de seguridad e higiene tiene aquí una parte significativa. porque la prevención de incendios por soldadura es más un asunto de procedimiento que cualquier otra cosa. Esto significa que la capacitación se vuelve un elemento muy importante en la estrategia
de prevención. Por fortuna el gerente cuenta con un caudal de elementos audiovisuales, bibliografía
y estudio de casos sobre el tema.
Para ilustrar el punto con un solo caso, recordemos que uno de los accidentes industriales más
devastadores y trágicos de los Estados Unidos ocurrió en Arkansas a finales de los años sesenta.
La
chispa de un soldador inició un incendio en un silo de misiles y murieron 53 trabajadores que estaban
atrapados dentro. Este accidente revela que la soldadura se añade a otros riesgos, como espacios de
trabajo encerrados, combustible y materiales inflamables y falta de ventilación. La soldadura de viejos
tambores de petróleo o de tuberías que alguna vez han contenido asfalto u otros productos de petróleo ha
ocasionado un elevado número de explosiones y muertes sin sentido.
A menudo coinciden la soldadura (una operación peligrosa) y los espacios cerrados (que son
emplazamientos peligrosos). En el capítulo 11 nos referimos principalmente a los riesgos de salud
por trabajar en espacios encerrados. Cuando el trabajo que se realiza en el espacio cerrado es de
soldadura, se conjuntan riesgos tanto para la seguridad como para la salud. El uso de un gas inerte para
proteger la soldadura puede provocar deficiencias de oxígeno. En otra situación, la presencia de oxígeno y fuentes de ignición por los procesos de soldadura con gas pueden agravar el problema de incendio y explosión. La soldadura es con frecuencia una operación de reparación, y a veces es necesaria
en un espacio cerrado.
Al parecer la gente no se da cuenta del potencial de ignición de las operaciones de soldadura. No
es seguro observar directamente la soldadura debido al riesgo para los ojos, pero, a excepción de los
mismos soldadores y sus ayudantes, pocas personas se dan cuenta de la clase de fuegos artificiales que
en despide Algunas películas industriales son buenas para ilustrarlos. Las chispas vuelan por dondequiera y no sólo pertenecen a la variedad benigna que se observa en las esmeriladoras de banco, sino
también trozos y salpicaduras visibles de metal fundido al rojo vivo que son capaces de perforar telas
gruesas, recipientes de plástico y grietas en el piso. Los soldadores son los que mejor conocen el nesgo
de incendio de los arcos y las chispas generados por el proceso de soldadura. Por tanto, uno pensaría
que vacilarían en soldar en áreas donde las chispas de soldadura pudieran causar un incendio. Ahora
bien puesto que con frecuencia la soldadura es una operación de reparación breve, se tiene la tentación de arriesgarse un poco. Esta tentación ha causado tragedias como la que se describe en el caso 15.3.
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