Los metales plateados o electro depositados son mucho más peligrosos para soldar que el hierro
o acero sobre el cual se efectúa el plateado. El cadmio es un metal de plateado cuyos humos de
soldadura se consideran muy peligrosos. Es un humo mortal con una sola exposición aguda. Aún
peor, las exposiciones agudas al cadmio no presentan síntomas de advertencia. Las exposiciones
crónicas se han asociado con enfisema y deficiencia renal.
El acero inoxidable es uno de los materiales más peligrosos para soldar, debido a su alto contenido de cromo. La oxidación provocada por el calor de la soldadura produce trióxido de cromo, que
reacciona con el agua para producir ácido crómico. Este ácido ulcera las zonas acuosas de la piel y las
membranas mucosas. En el capítulo 11 vimos otros riesgos del ácido crómico, al analizar el fenómeno de los agujeros de cromo.
La soldadura en espacios confinados complica el problema de la contaminación atmosférica. En
tales espacios, los riesgos por gases aumentan. El nitrógeno y el argón son agentes inertes para la
protección de la soldadura, pero también son asfixiantes simples. Otro asfixiante simple en las atmósferas de soldadura es el bióxido de carbono.
A diferencia de los asfixiantes simples, el monóxido
de carbono es un asfixiante químico que también se encuentra en alguna medida en las atmósferas de
soldadura, especialmente en la de gas.
El nitrógeno no es tan inerte como el argón o el helio, de los que ya dijimos que son agentes
inertes, aunque es un elemento relativamente estable. Pero el nitrógeno se puede oxidar, en especial
por las extremas temperaturas de soldadura, y crea óxidos que pueden ser dañinos.
Debido a que hay
varios óxidos de nitrógeno y a que son difíciles de aislar, los higienistas industriales se refieren a
ellos como grupo con el nombre de "NO;\ El óxido nitroso, N20, a menudo llamado "gas de la risa",
alguna vez se consideró inofensivo e incluso se utilizaba como anestésico dental. Mucho más dañi-
nos son sus peligrosos primos, el óxido nítrico (NO) y sobre todo el bióxido de nitrógeno (NO ). De
acuerdo con Sax (ref. 141), el NO, en concentraciones de 60 a 150 ppm puede provocar un efecto
retrasado después de una irritación inicial en la nariz y en la garganta.
Después de respirar aire
fresco, la irritación desaparece y la víctima se siente bien de nuevo. Sin embargo, de seis a 24 horas
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