La Industria química. Su papel en el mundo socioeconómico actual. Los peligros
asociados a su existencia.
El siglo veinte ha sido testigo de algunas revoluciones, pero sobre todo de grandes
evoluciones, en muchos ámbitos de la actividad humana. Ha sido el siglo del colofón del
cambio iniciado cientos de años antes, desde una sociedad artesanal a la industrial y de
ésta a la tecnológica.
Este cambio ha sido posible, junto a otras causas, al conocimiento de las propiedades de la
materia y al aprendizaje de cómo manipularla y transformarla para conseguir otras materias
con otras propiedades.
Es lo que nos hemos acostumbrado llamar “Ciencia Química”
El paso de “ciencia” a “tecnología aplicada” ha ido acompañado de un crecimiento de las
cantidades de las sustancias empleadas para ser transformadas y de la generación de
innumerables nuevas sustancias, a un ritmo en muchas ocasiones superior al del
conocimiento de las propiedades de los nuevos materiales conseguidos.
De esta evolución no solamente se han obtenido aplicaciones y resuelto problemas no
imaginados hace cien años o menos; también han aparecido peligros antes no imaginados.
Sobre estos peligros, también ha sido necesario aprender para que no neutralicen los
beneficios que los nuevos materiales conseguidos han aportado a la sociedad actual.
Algo similar, pero con diferencias por otra parte claras, ha ocurrido con la energía nuclear
controlada. Industria Química e Industria Nuclear son, hoy día, las fuentes de riesgos
tecnológicos, así llamados en contraposición a los riesgos naturales ante los cuales la
humanidad, desde sus orígenes, ha tenido que enfrentarse.
Los métodos que se han desarrollado para evaluar y controlar los riesgos tecnológicos, han
contribuido también de forma importante al conocimiento y control de los riesgos naturales.
La economía de escala y la necesidad de reducir los costes fijos y de la energía en la
producción de materiales en la industria química, ha conducido a procesos donde se
utilizan cantidades muy importantes de sustancias peligrosas y en condiciones que en
numerosas ocasiones aumentan su potencial de peligro (Ver cuadro-1).
El conocimiento profundo de la tecnología asociada a los procesos químicos, y las técnica
de identificación de peligros y evaluación de riesgos, hacen posible que en la sociedad
actual podamos obtener las ventajas de los avances técnicos sin pagar a cambio el precio,
a veces impagable, de las consecuencias de los accidentes.
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