su conjunto definen el riesgo existente y que está determinado por las características
intrínsecas de la actividad en el área y las extrínsecas debidas a influencias externas
como mantenimiento, protecciones, etc.
1. Edificios y estructuras principales
En este punto se recogen los datos más significativas existentes en el área, con
sus aspectos constructivos: estructuras, cerramientos, forjados y cubiertas; la
sectorización y su continuidad en los huecos de paso de instalaciones y accesos
de personas o maquinarias; los aislamientos utilizados en el área, características
de falsos techos y falsos suelo
2. Equipos e instalaciones principales
No se relacionan exhaustivamente los existentes en el área sino sólo aquellos que
definen las características de la zona o tienen influencia fundamental sobre el
riesgo.
Se recogen los equipos o instalaciones críticas por su peligrosidad o dependencia
para la continuidad del proceso, entre otros: las máquinas principales,
instalaciones eléctricas, hidráulicas, neumáticas, iluminación general y de
emergencia.
3. Materiales combustibles y otros productos peligrosos
Se presta atención a todos los materiales que puedan arder o facilitar la
combustión, (combustibles y comburentes), los almacenamientos, los tipos de
productos, cantidad, densidad de almacenamiento, localización en el área, etc.
Merecen mención los fluidos oleohidráulicos, combustibles sólidos, líquidos y
gaseosos, oxígeno, hidrógeno, productos químicos reactivos, aislamientos de
cables, etc.
Es importante considerar los factores agravantes por situación o disposición
inadecuada.
4. Posibles fuentes de riesgo
Se anotan las posibilidades de producción de chispas con origen en: equipo
eléctrico en funcionamiento normal (escobillas, interruptores, etc.), accidentales
(cortocircuito, defecto en conexiones, roturas, etc.), descargas electrostáticas,
rayos; mecánicas producidas en choque entre metales o partículas sólidas
calientes procedentes de esmerilado, amolado etc.; y de origen químico
(combustión) chispas de chimeneas, partículas incandescentes de la combustión,
etc.
Es particularmente importante a este respecto las fuentes de ignición que pueden
estar constituidas por usos o trabajos (habituales o esporádicos) con llama abierta
como: corte y soldadura de metales, materiales de fumador, cerillas, mecheros,
puntas de cigarrillos, máquinas o instalaciones que trabajen con fuego, hogares,calderas, hornos, calentadores, calefactores, etc. También el calentamiento
procedente de diverso origen como rozamiento, fricción, líneas de vapor, equipos o
procesos calientes, superficies calientes, calentamiento de equipo conducciones
eléctricas, equipo eléctrico o electrónico de alta potencia, calderas, radiadores, etc.
Por último se considera el calentamiento o combustión espontánea: trapos sucios
de aceite/grasa, serrín impregnado en aceite, carbones como lignito, turba, etc.
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