En este capítulo hemos dado un vistazo a los adelantos actuales en la administración y la accesibilidad de los enormes volúmenes de datos detallados necesarios para proteger a los trabajadores de
riesgos en el trabajo. La evolución es el resultado de dos tendencias: los avances en la tecnología de
la información y un creciente interés por parte de los trabajadores y el público en ejercer su derecho
a conocer cuáles son las sustancias peligrosas a las que están o podrían estar expuestos. Regulados
tanto por la EPA como por la OSHA, los riesgos químicos fueron los primeros en recibir la atención
del movimiento del derecho a saber, pero se preve que seguirá la necesidad de un sistema de informa-
ción de riesgos de seguridad y mecánicos.
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