Ciertos interruptores son buenos para el arranque y paro normales de las máquinas, pero no impiden que se activen accidentalmente. Por ejemplo, los interruptores de botón y de selector no llenan
los requisitos como dispositivos aisladores de energía, porque no pueden cerrarse con seguridad.
Para calificar como de cerrojo, los interruptores de desconexión o los cortacircuitos deben tener el
modo de colocarles un cerrojo que anule el efecto de un interruptor de arranque de botón o de selector
normal.
La OSHA promulgó una regla final para cerrojos y marbetes el 1 ° de septiembre de 1989. En los
dos años siguientes, la norma se convirtió en una de las más violadas en los Estados Unidos. Más
sorprendente aún es el monto en dólares de las multas propuestas. El año fiscal que finalizó el 30 de
septiembre de 1991, la norma de cerrojos y marbetes había generado más de siete millones de dólares
en multas. De las 6113 infracciones que se alegaron ese año, la OSHA clasificó 4871 como graves.
Los peores problemas que se encontraron fueron la omisión por parte de los patronos de establecer un
nuevo programa de cerrojos y marbetes en primer lugar, la falta de capacitación de los empleados en
los procedimientos correctos y no documentar los procedimientos. Por lo menos 73 por ciento de las
multas por infringir la norma de cerrojos y marbetes fueron por la falta de capacitación y documentación adecuadas. Así, se vio una vez más que el problema principal del cumplimiento de muchas
normas de la OSHA no es el control físico de los riesgos, sino la falta de capacitación a los empleados
y la documentación de cumplimiento.
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