Una norma de seguridad muy importante es la que requiere que las aspas de los ventiladores tengan
protección, con aberturas de máximo 1.25 centímetros. Hay literalmente millones de ventiladores en
industrias de todas partes y muchos de ellos tienen protecciones con aberturas mayores. Los nuevos
diseños de ventiladores se construyen de acuerdo con la norma más reciente, pero un problema serio
es la compostura de los ventiladores viejos a fin de que cumplan con la norma.
Un fabricante de equipo de seguridad emprendedor tuvo la brillante idea de comercializar una
malla de nylon que podía envolverse alrededor de las protecciones que no cumplen y después sujetarse firmemente con cordel por su parte trasera (véase la figura 14.6). La malla de nylon tenía una
abertura de 1.25 centímetros, y si se amarraba bien tensa, libraba de peligros a los trabajadores.
Antes
de apresurarse a adquirir estas baratas protecciones, el gerente de seguridad e higiene debe compren-
der que no son una panacea. Primero que nada, la malla de nylon, o para el caso cualquier protección,
reduce la eficacia del ventilador. Aún más, todos los ventiladores acumulan aceite y pelusa sobre la
superficie de sus aspas y sobre la protección. La malla de nylon es todavía más susceptible a la acumulación que las protecciones metálicas, lo que hace difícil mantenerla limpia o bien trae como
consencuencia que se reduzca gradualmente la eficiencia del ventilador.
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