Sierra de mesa es un término cotidiano para las sierras alimentadas a mano con un disco circular,
montadas en una mesa. A diferencia de las sierras radiales, el cabezal de las sierras de mesa permanece siempre estático durante el corte, mientras se alimenta. En el caso de las sierras de mesa, los tres
principales problemas son los capuchones de guarda, los separadores y las uñas antirrebote o reculada (véase la figura 14.37). La protección antirebote o reculada es más importante en las sierras de
corte longitudinal que en las de corte transversal.
Los capuchones de guarda presentan la mayor parte de los problemas, porque la obstrucción a la
vista hace el trabajo del operador más difícil e incómodo. Aunque casi todos los capuchones de guarda
son metálicos, la mayor parte de las nuevas máquinas vienen con guardas transparentes de plástico.
Pero la rápida rotación de la hoja de la sierra puede generar una carga estática en la guarda de plástico
no conductor, que se cubre entonces de aserrín y obstaculiza la visión de la hoja. Asimismo, la guarda
de plástico se raya con facilidad, lo que reduce aún más la visibilidad.
Es cierto que los capuchones de guarda no impedirán por completo el contacto de las manos del
operador con la hoja de la sierra. El capuchón de guarda, con su acción de resorte, funciona más como
una barrera de conciencia, tal como vimos en la sección sobre salvaguarda en el punto de operación de
las máquinas en general. Pero hay otra razón para utilizar un capuchón de guarda: proteger al operador
de objetos voladores. La hoja de la sierra gira a 3000 rpm, lo que produce grandes fuerzas centrífugas y
velocidades tangenciales. Considere el siguiente cálculo para una marca popular de sierra de mesa:
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