La sorción consiste en la adición de una sustancia seca y sólida a un residuo líquido o semilíquido que queda adsorbido mejorando así la manejabilidad del mismo. Los sorbentes más comunes son: tierra, cenizas volantes con polvo de horno de cal y cemento. Los sorbentes, especialmente los naturales, se emplean ampliamente en los vertederos de residuos peligrosos para eliminar el líquido libre.
El tratamiento con cal y cenizas volantes supone la mezcla del residuo con las cenizas hasta conseguir una consistencia pastosa. Después se añade la cal y se mezcla todo nuevamente para producir un sólido mecánicamente fuerte. Entre las desventajas de este método, está el aumento del volumen del producto y una pérdida relativamente importante de sustancias contaminantes por lixiviación del residuo solidificado, lo que requiere disponer de un almacenamiento seguro.
Los procesos que emplean cemento como agente solidificante suelen añadir algún elemento puzolánico como cenizas volantes para aumentar la resistencia y durabilidad. Las lechadas de cenizas volantes y residuos con cemento se pueden mezclar directamente utilizando hormigoneras convencionales. Los residuos extremadamente peligrosos pueden requerir el empleo de equipos de mezcla cerrados y controlados.
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