• Muerte probable; condiciones similares han producido muertes en el pasado; condiciones demasiado riesgosas para la operación normal; las operaciones de rescate de trabajadores lesionados son llevadas a cabo por rescatistas que utilizan equipo personal de protección
10.
• Muerte inminente; los riesgos son graves; algunos empleados ya han muerto hoy o están muriendo; las condiciones son demasiado riesgosas hasta para intentar operaciones de rescate, a no ser quizás con protección extraordinaria
• Muerte inminente; los riesgos son graves; algunos empleados ya han muerto hoy o están muriendo; las condiciones son demasiado riesgosas hasta para intentar operaciones de rescate, a no ser quizás con protección extraordinaria
Una prueba crítica se cumple con la escala propuesta. En cada tipo de riesgo, cada nivel sucesivo en la escala describe un riesgo más grave. Las industrias pueden redactar definiciones más adecua-
das, pero la idea es empezar a hablar y pensar en los riesgos en términos de una escala de 10 puntos.
En las definiciones de la escala omitimos el costo de cumplimiento o el de corrección de un
riesgo dado. El costo es un criterio diferente y es prácticamente independiente del nivel de riesgo.
Esto es, puede costar igual o más corregir un riesgo de la categoría 2 que uno de la categoría 9. El
costo es un criterio importante en el algoritmo de la toma de decisiones, pero se omite en las defini-
ciones de la escala a fin de tener primero una jerarquía clara de las prioridades de riesgo. Una vez que
los riesgos han sido clasificados, se pueden estimar los costos de corregirlos y asignar el capital de
acuerdo con una política de inversión racional.
Otro criterio omitido, éste quizás más evidente, es cualquier referencia a las definiciones legales de
la OSHA para peligro inminente, violación seria, etc. La colocación de estas designaciones legales en
posiciones fijas de la escala reduciría el objetivo de la clasificación. Muchas personas tienen una
noción preconcebida de qué penalización legal se impondría o no en determinada situación riesgosa.
Este prejuicio es común en los funcionarios de la OSHA y también en sus contrapartidas industriales.
Por ejemplo, si el gerente de seguridad e higiene de una planta cree que una situación dada no es lo
bastante seria para merecer el cierre de las instalaciones, tenderá a prohibir la selección de cualquier
designación que incluya la designación legal de la OSHA "peligro inminente", a pesar del hecho de
que la razón colocaría la definición de la categoría 10 en la de peligro inminente.
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