Se aconseja a los gerentes de seguridad e higiene que vigilen cuidadosamente los sistemas de
reciclaje. En la industria, suele suceder que se instale un sistema complejo de ventilación para un
proceso y después se ignore.
Algunas alarmas de filtros son sólo luces rojas, que a menudo los operadores pasan por alto. Incluso alarmas audibles, como zumbadores y bocinas, a veces son desactivadas
desconectando los conductores eléctricos. Se ha descubierto que tanto el personal de operación como
el de mantenimiento son responsables de desactivar estos dispositivos, cuyo fin es proteger la salud
de los trabajadores.
Además de utilizar sistemas de reciclaje, hay otras formas de solucionar el problema de pérdida
de energía debida a la instalación de aire de reposición en el edificio. Un método consiste en instalar
el aire de reposición justo en el sitio en el que ocurre la contaminación.
Con esta estrategia, es posible
que el aire de reposición no necesite aire acondicionado (sin enfriamiento en verano ni calefacción en
invierno). El sistema de escape aspirará aire de reposición sin acondicionar junto con los contaminantes, y los trabajadores estarán poco expuestos a ambos.
Otra solución es utilizar un dispositivo de intercambio térmico para volver a captar la energía
del aire de escape y transferirla al aire de reposición entrante.
No obstante, es difícil de poner en
práctica, porque el diferencial de calor entre el aire de reposición y el de escape suele ser demasiado
bajo para que el intercambio sea eficaz. Además, el método necesita que el ducto del aire de reposición pase cerca del ducto de aire de escape, lo que presenta una posibilidad de contaminación cruza-
da. Por último, los sistemas de intercambio térmico son caros de instalar y de mantener, a veces
demasiado costosos de amortizar por medio de ahorros en energía durante la vida del sistema.
Además del problema de energía, otra dificultad de la provisión de aire de reposición es la
presencia de aire contaminado del exterior. Éste es un problema poco común, aunque se ha presenta-
do en ocasiones. En una planta, la entrada de aire de reposición estaba colocada junto a una gran
autopista, y tanto el monóxido de carbono como otras emisiones del escape de los automóviles eran
aspirados al interior del edificio. En otro diseño deficiente, la entrada de aire de reposición estaba tan
cerca de la descarga del sistema de escape que los contaminantes eran absorbidos y se los hacía
circular otra vez por toda la planta. De esta forma, si los trabajadores se las arreglaban de alguna
manera en la primera pasada para no respirar el aire contaminado, tenían otra oportunidad de quedar
expuestos.
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