Hay ascensores en todos lados, pero ¿cuándo recuerda usted que se haya caído uno? La idea de una
caída catastrófica de un elevador es tan terrible que desde hace ya mucho tiempo el público estableció
reglas de seguridad. La jurisdicción quedó en manos de los estados, y la mayor parte de éstos realizan
la inspección de elevadores mediante comisiones de "trabajo" o de "trabajo e industria".
La próxima
vez que se suba a un elevador, busque la etiqueta con el certificado de inspección colocado dentro del
mismo.
Los elevadores deben ser examinados cuando están nuevos (o remodelados) y después periódi-
camente. Muchos estados solicitan incluso permisos de construcción expedidos por la oficina autori-
zada de inspección antes de que se inicie la instalación de cualquiera. Algunos estados requieren
también permisos y cuotas de operación. No todos los inspectores deben ser funcionarios de una
dependencia oficial, pero tal vez sean aplicables los procedimientos estatales de licencia para estos
individuos.
Los ascensores de personal se utilizan como elevadores, pero, a diferencia de éstos, están suje-
tos a las normas federales. Los ascensores de personal son mucho más baratos y más eficaces, por lo
que se utilizan en vez de los elevadores. Sin embargo, como se aprecia en la figura 7.5, son por sus
características más peligrosos. Es irónico que los elevadores —que son más seguros que los ascenso-
res de personal— estén regidos por estrictas inspecciones, licencias, permisos y aprobaciones estata-
les. En el caso de los ascensores de personal es responsabilidad del gerente de seguridad e higiene
interpretar las normas generales e identificar los riesgos. En la Figura 7.5 se hace patente que el
mayor riesgo de estos ascensores, se corre al subirse y bajarse. La salida es esencial, ya que la banda
es continua, y quedarse sobre ella después del último piso superior o inferior sería o imposible o muy
peligroso.
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