Los trabajadores de empresas de servicio público y los podadores de árboles utilizan a menudo
plataformas montadas en vehículos, como canastas aéreas, escaleras telescópicas, plataformas con
pluma o botalón y torres elevadoras.
De nuevo, la mayor parte de los accidentes se deben más a un
uso inadecuado de la plataforma que a una falla del equipo o del diseño. Esto es aún más cierto en las
plataformas montadas en vehículos que en los modelos colocados en edificios.
El riesgo más serio en las plataformas montadas en vehículos es el contacto con conductores
eléctricos de alto voltaje, accidente que cada año causa la muerte de muchos trabajadores. El riesgo es
tan grave que en todo momento se debe mantener una distancia de seguridad, excepto, por supuesto,
en el caso de las empresas de servicios públicos eléctricos, que por la naturaleza de su trabajo deben
acercarse más.
Por seguridad, las empresas de servicio deben aislar los dispositivos aéreos que fun-
cionan más cerca que la distancia establecida de seguridad. Por ejemplo, para las empresas particula-
res, la norma aceptada en el caso de cables de 40 kilovolts, es de tres metros de distancia. Las distan-
cias de seguridad cambian según los voltajes de las líneas. Veremos estas distancias con mayor detalle
en el capítulo 16, cuando estudiemos las grúas móviles.
A veces se instalan en la pluma o botalón sensores especiales, conocidos como "dispositivos de
advertencia de proximidad", para anunciar al operador que la canasta está demasiado cerca para su segu-
ridad. Sin embargo, estos dispositivos de advertencia no protegen, y, por lo tanto, no deben ser considera-
dos como una excusa para acercar la pluma a la línea más de lo que permiten los mínimos autorizados.
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