Los riesgos a la salud tienen gran impacto porque son grandes las posibilidades de lesiones entre los
empleados expuestos y el costo de corregir un solo riesgo puede ascender a millones de dólares.
Durante muchos años, los higienistas industriales han afirmado que los riesgos a la salud merecen
mayor atención. En respuesta a estas presiones, casi desde que la institución de la OSHA inició se ha
manifestado un cambio en las actividades de seguridad por las de la salud.
Al principio, la OSHA no
tenía un equipo suficiente de profesionales de la salud para evaluar estos riesgos, y su interés se
centraba en la seguridad. Pero desde principios de los años setenta la proporción de especialistas de la
salud con los que cuenta la OSHA ha aumentado mucho.
En el capítulo 1 analizamos los orígenes de la competencia y las fricciones entre los profesionales de la seguridad y los de la salud. Ambos grupos tienen objetivos comunes, pero como su preparación es muy distinta, surgen los conflictos.
Ahora bien, los profesionales de más éxito en los dos
campos se empeñan en adoptar las características del campo opuesto, de modo que sus diferencias
comienzan a desaparecer.
Por las mismas definiciones de salud y seguridad, siempre será más difícil detectar los riesgos
para la salud que los riesgos de seguridad. Como observamos en el capítulo 1, la salud se ocupa de
los efectos crónicos a largo plazo por exposición, en tanto que la seguridad trata de los efectos agudos, más obvios, que causan daños de inmediato.
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