El ^as licuado de petróleo (GLP) es un combustible de uso común, especialmente en áreas lejanas a
las empresas de servicio de gas natural entubado. Todos los gases del petróleo pueden ser licuados si
su temperatura se reduce lo suficiente, pero el gas natural, que consta más que nada de metano, es
muy difícil de licuar, aunque por lo demás es menos costoso que el GLP. Este es una mezcla de
propano y butano, que se licúan con mayor facilidad que el metano y que pueden ser transportados de
forma más compacta. La proporción de expansión es de aproximadamente 1:270; esto es, una unidad
de líquido se convierte en 270 de gas a temperatura y presión normales.
La elección entre propano y butano es cuestión de clima y economía.
El butano tiene un punto
de ebullición más alto y es poco adecuado para climas fríos, porque a bajas temperaturas no se con-
vertirá en gas. Sin embargo, siempre ha sido el menos costoso, así que se aprovecha en climas como
los del sur de los Estados Unidos. Ahora bien, en los últimos tiempos se ha usado propano casi de
manera exclusiva, ya que los precios del butano han aumentado debido a que se emplea en la fabricación de tejidos artificiales.
El propano es un producto del proceso de fraccionamiento térmico en las refinerías y en su
estado natural es inodoro. Con fines de seguridad, se le agrega el odorante etil mcrcaptán como
agente maloliente antes de entregarlo al cliente, pues facilita la detección de fugas. Sin embargo,
como destacamos en el capítulo 8 a propósito del sulfuro de hidrógeno, una exposición continua a un
olor penetrante satura el sistema olfativo y la víctima deja de olerlo.
Uno de los riesgos de seguridad del propano es que es más pesado que el aire (aproximadamente
1.5 veces la densidad del aire). En esto se distingue del gas natural (metano), que es más ligero que el
aire. Esta diferencia de propiedades puede traer problemas cuando uno intenta alimentar con propano
un dispositivo que trabajaba con gas natural.
Otro riesgo del propano es que el frío extremo de su estado líquido puede quemar la piel. De
hecho, el tratamiento es el mismo que para quemaduras de tercer grado. Por ejemplo, a veces ocurre
que se abre la válvula con demasiada rapidez y se pone la mano encima para sentir el flujo. Esta
lesión 110 indica que la válvula esté defectuosa.
A diferencia de los tanques de gasolina y otros depósitos ventilados a la atmósfera, los depósitos
de GLP están cerrados y no hay posibilidades de que el vapor de agua se acumule en el interior.
Por
tanto, no se utiliza una válvula de "purga" para la humedad. Si alguna vez se colara agua en el
sistema, probablemente congelaría la válvula durante la expansión del gas. Entonces, el depósito
cerrado del GLP no contiene aire y es una mezcla de propano líquido y gaseoso. La presión de vapor
dentro del tanque depende de la temperatura. A 0°F, la presión es de 28 libras por pulgada cuadrada
(psi), y a 100°F, la presión es de casi 200 psi. La válvula de alivio de presión para los camiones tanque
está ajustada a 250 psi y la de los cilindros a 375.
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