Una dc las tendencias más dramáticas en el lugar de trabajo de los años ochenta fue el creciente uso
de terminales de computadora. Se estima que más de la mitad de todos los oficinistas de los Estados
Unidos utilizan de alguna manera terminales de computadora para realizar su trabajo. El uso ocasional
nal no es de preocupación, pero quienes se sientan frente a una terminal todo el día presentan tensión
ocular y dolores de cabeza, espalda, cuello y hombros. Chapnik y Gross (ref. 17) remiten a un estudio
de Wisconsin, realizado por Sauter, que muestra una incidencia notablemente mayor de estos síntomas entre operadores de terminales de computadora que entre otros oficinistas. Porcentajes mucho
mayores de los 250 sujetos expuestos estudiados refirieron incomodidad, comparados con los 84
trabajadores que no manejaban terminales de computadora en sus labores.
El problema de la tensión ocular informada en los estudios de los operadores de computadoras no es
ninguna sorpresa. Lo que resulta inesperado son los dolores musculoesqueléticos asociados con la operación de las terminales. Chapnik y Gross (ref. 17) han informado de una mayor incidencia de lesiones por
esfuerzo repetitivo, como tendosinovitis, tendonitis y síndrome del túnel carpal. La creciente atención de la
OSHA a los riesgos ergonómicos, junto con el gran crecimiento del uso de las terminales, asegura que el
tema será de vital importancia para el gerente de seguridad e higiene en los primeros años del siglo XXI.
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