En cierta forma, es desafortunado que este capítulo sea necesario. La necesidad de protección
personal implica que el riesgo no ha sido eliminado ni controlado. Y la necesidad de los primeros
auxilios implica algo todavía peor. Cuando es posible, es preferible el control de ingeniería de
los riesgos, en lugar del equipo de protección personal. Como vimos en el capítulo 1, sabemos
que siempre quedarán algunos riesgos, pero nuestro objetivo es eliminar los que sean irrazonables, no todos. El trabajo de aumentar la seguridad y mejorar la salud en el trabajo nunca estará
terminado, así que debemos ocuparnos de la necesidad de proveer protección personal contra
riesgos que no hayan sido eliminados por completo, así como de los primeros auxilios cuando
ocurre un accidente.
El problema de proveer equipo de protección personal parece simple y fácil de comprender.
Pero es una simplicidad ilusoria, y muchos gerentes de seguridad e higiene caen en la trampa.
Por ejemplo, si el nivel de ruido en el área de producción es demasiado elevado, parecería que la
solución sería dar a los trabajadores tapones para los oídos. Pero cualquiera que se haya enfrentado al problema sabrá que la solución no es tan simple. Por diferentes razones, muchos no
quieren utilizar los protectores de oídos. Tal vez no les gusta la apariencia del equipo, se sienten
incómodos o quizás incluso sufren dolores, o acaso piensan que la protección interfiere con su
agudeza auditiva o bien que el uso del equipo es asunto de ellos, no de la empresa. Más adelante
veremos los fundamentos de estas quejas y lo que se debe hacer al respecto, pero primero expliquemos los riesgos para los cuales se puede requerir protección personal y los equipos para
satisfacer estas necesidades.
El problema del equipo de protección personal se vuelve muy delicado cuando los empleados
traen su propio equipo al trabajo. Si no le dan mantenimiento adecuado, ¿quién es responsable, la
empresa o el empleado? La posición de la OSHA es que el patrono es responsable. Como gerente
de seguridad e higiene, considere el siguiente razonamiento. Si los empleados traen su propio
equipo de protección personal al trabajo, ¿acaso no es posible que el mismo equipo pueda representar un riesgo? Hay que escogerlo bien, de modo que corresponda al riesgo, y suele ocurrir que
los empleados que traen su propio equipo al trabajo tienen la falsa impresión de que están seguros,
aunque sus equipos funcionen mal o sean inadecuados.
Aun si el empleado trabaja en un puesto que no requiera de equipo de protección personal, el
uso de equipo defectuoso o inadecuado puede tentarlo a exponerse a riesgos. Por ejemplo, suponga
que un trabajador de mantenimiento, que no tiene ninguna necesidad de acercarse al borde del techo
mientras revisa el equipo de aire acondicionado, lleva su propio cable de protección sujeto a un
cinturón de cuero como protección adicional, no requerido por la política de la empresa. Digamos
entonces que alguna situación fuera de lo común tienta al empleado a acercarse al borde del edificio
y que la falsa sensación de seguridad del "cinturón y cable de seguridad" improvisados lo hacen
actuar descuidadamente. Una caída accidental puede costarle la vida, si el cinturón se rompe por la
carga de 1,000 kilos debida a la caída. Asimismo, incluso si el cinturón de seguridad soporta la carga
por impacto, el trabajador podría morir por el impacto mismo, si el cable es demasiado largo y no es
clástico. Los trabajadores suelen ignorar estos hechos, y cuando improvisan o traen su propio equipo
de protección, el patrono debe asegurarse de que es el conveniente para la situación y que se le ha
dado el mantenimiento adecuado.
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