Como cabría esperar, el principal interés de dar equipo de protección personal coincide con el mayor
problema del control ambiental, según vimos en el capítulo 9, el problema del ruido. Si las medidas
de ingeniería o administrativas no logran eliminar el riesgo de ruido en el trabajo, la dirección debe
recurrir a equipo de protección personal para aislar al trabajador de \a exposición.
El factor más importante en la selección del protector de oídos es su capacidad de reducir el
nivel de decibeles de exposición. Sin embargo, no es en ninguna circunstancia el único factor importante, y la selección puede ser algo complicada. La economía es siempre un factor, y si todo lo que se
necesita es una eficacia limitada, se puede optar por los dispositivos más económicos. La comodidad
del empleado es un factor por lo menos de tanta importancia como la economía, y va más allá del
simple objetivo de complacer al trabajador: atañe al grado de protección que recibirá. Si los trabaja-
dores encuentran incómodo o vergonzoso ponerse un protector de oídos, aprovecharán toda excusa
para no usarlo. En los siguientes párrafos analizaremos los méritos de diversas clases de protección
para los oídos.
Pelotillas de algodón
Las pelotillas de algodón ordinario, sin agregar ningún material sellador, son prácticamente inútiles
como medio de protección personal para el ruido.
Lana sueca
Similar en tacto al algodón, la lana sueca es una fibra mineral que tiene valores de atenuación mucho
mejores que el algodón. La lana sueca tiene cierta eficacia sola, pero es mucho más eficaz cuando
está impregnada de cera para lograr un mejor sellado. Un problema es que se puede desgarrar al
extraerla. Para resolverlo, a veces viene en un pequeño envoltorio de plástico que se inserta con la
lana. La lana sueca puede considerarse sólo como moderadamente reutilizable, lo que dependerá de
la higiene personal, la cantidad de cerilla y las preferencias del trabajador.
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