lunes, 7 de noviembre de 2016

Accidentes laborales aumentan en Sucre


RECOMENDACIÓN

Cuando una persona sufre una caída, es mejor no moverla, pedir una ambulancia al 110, 160, 123 ó al 64-51900, para que los médicos atiendan al paciente de una manera adecuada y se evite fracturas más graves o incluso la pérdida de movilidad de las extremidades.

En tan sólo el primer semestre del año, unos 1.800 trabajadores tuvieron algún accidente laboral, según el promedio de casos que atiende la Unidad de Emergencias del Hospital Santa Bárbara. Cada vez más aumentan este tipo de casos en los que los pacientes terminan incluso con lesiones que los dejan paralíticos o pierden la vida. ¿La razón? no se cumplen las normas para ejercer un trabajo seguro.

En promedio, el hospital de choque de la ciudad recibe cada semana entre diez a 15 casos de personas que sufrieron un accidente laboral, siendo la mayor parte trabajadores del rubro de la construcción por “un manipuleo inadecuado de instrumentos o de los medios de protección con los que debe contar el trabajador”, informa el jefe Médico de Emergencias del hospital Santa Bárbara, Alberto Avilés, aunque para él, estos sucesos no pueden calificarse como accidentes, sino sólo como hechos laborales ya que podrían ser evitables.

Muchas veces, en sólo un fin de semana reciben a cinco pacientes accidentados en sus fuentes laborales.

Entre los casos, los cortes por amoladora son la mayoría, porque le quitan el cobertor a la amoladora y no usan lentes de seguridad. Le siguen las caídas de altura con un promedio de tres a cuatro pacientes por semana.

“La mayor parte de ellos no tiene los medios de sujeción adecuados, lo que llamamos la línea de vida que es básicamente una cuerda atada a la cintura, pero todos los que trabajan en altura deben tener arneses de seguridad y cascos”, explica.

El médico añade que la mayor parte de los accidentados son jornaleros y que aunque sí hay algunas empresas –bastante contadas– que les dan el material necesario, el trabajador se siente incómodo y no se acostumbra a su uso.

Los diagnósticos casi siempre son de traumas cráneo encefálicos y raquimedulares con fracturas o luxaciones de la columna e incluso casos con daño irreversible en los que los pacientes quedan paralíticos de por vida. Como los jornaleros son casi siempre jóvenes, en el hospital se ven casos en los que personas de apenas 20 años de edad quedan sin poder caminar otra vez.

“Desde los 14 ó 15 años están trabajando hasta los 40 y 45 años y son el sostén económico de su familia, pero por no usar esos equipos de seguridad pasan muchas veces a ser una carga”, lamenta Avilés.

Un equipo de seguridad puede costar entre Bs 300 a 1.000, mientras que sólo la primera hora de estudios clínicos la cuenta se hace de Bs 2.000 a 3.000. El hecho de que en la ley laboral, los empleadores sean los responsables de los accidentes laborales, excluye a los pacientes de que puedan ser beneficiados por algún tipo de seguro.

LOS CASOS NO LLEGAN AL MINISTERIO

De acuerdo con datos del jefe Departamental de Trabajo, Juan Pablo Yucra, en lo que va del año, a su despacho llegaron tres casos de accidentes laborales, una cifra abismalmente diferente a la frecuencia de casos que se recibe sólo en el hospital de choque de la Capital.

Según Yucra, se enteran de muchos casos a través de los medios de comunicación.

Los tres casos que recibieron corresponden a un trabajador de construcción que resbaló al llevar viguetas, un volquetero de 17 años de edad que por una “mala acción” perdió una pierna y el tercer caso, el de un trabajador de FANCESA que falleció al embarrancarse, según reportes iniciales del caso.

Yucra afirmó que en lo que va del año hicieron 348 inspecciones en distintos rubros, de las que unas 100 corresponderían a denuncias y las demás serían de oficio.

"Lo que queremos pensar es que cubren los gastos o llegan a acuerdos", indica Yucra.

Sin embargo, el galeno llamó a las autoridades a trabajar en el control de las construcciones para evitar que continúen ocurriendo hechos laborales.

"En cualquier construcción casi el 90% del personal no cuenta ni con lo básico que debería tener. Hay un boom en la construcción en Sucre y Bolivia, y se hacen frecuente estos casos” indica el médico.

MAL MANEJO DEL PACIENTE

De cada diez pacientes de hechos laborales, sólo dos llegan al hospital con medidas adecuadas de inmovilización, ¿por qué? Los amigos, familiares o personas que están cerca suelen trasladarlos por los medios que pueden.

El riesgo en caso de caídas principalmente, es que el herido sufra una fractura más delicada o incluso pierda la movilidad de sus extremidades. “Si una persona cae y tiene un fractura estable, al mal movilizar la hacen inestable; a veces, al caer pueden mover las piernas, pero al llegar ya no, y por ayudar los traen como sea. Creo que es urgente hacer campañas para usar ambulancias ya que la gente no lo hace”, pide Avilés a las autoridades municipales y departamentales.

La recomendación para todos los trabajadores es que siempre pidan trabajar con medidas de seguridad, para evitar gastos y penurias al sufrir un accidente que incluso podría quitarles la vida.

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