sábado, 30 de noviembre de 2013

BRIGADAS CONTRA INCENDIO

Algunas empresas eligen una estrategia en la cual los empleados estén organizados en brigadas apagar el fuego ellos mismos. Debe examinarse con todo cuidado, porque en la lucha por proteger propiedad, las brigadas pueden ser un peligro para los empleados. 
Condición física del empleado Presentarse de voluntario para la brigada no es suficiente para calificar como bombero. Estados físicos que plantean impedimentos son las enfermedades cardíacas, la epilepsia o el enfisema. Otras situaciones, como tímpanos perforados o el uso de barba, desaconsejan el uso de equipo respiratorio El gerente de seguridad e higiene debe estar seguro de que los voluntarios de la brigada sean examinados. En los casos dudosos, es necesario el certificado de un médico. Los voluntarios que no califiquen para la extinción de fuegos estructurales en interiores pueden ocuparse de otras tareas.
Capacitación de los bomberos Muchos estados tienen academias de capacitación contra incendios, y los gerentes de seguridad e higiene deben averiguar qué instituciones convienen a los miembros de su brigada contra fuegos. La extinción de fuegos estructurales en interiores es más ardua, y los miembros de la brigada asignados a tales tarcas deben ser capacitados por los menos cada trimestre. Los otros miembros se capacitan por lo menos una vez al año. También cada año hay que inspeccionar el equipo de extinción que usa la brigada, salvo los extinguidores, que se examinan cada mes. 
Aparatos y ropa de protección Si la empresa opta por que las brigadas de extinción se encarguen de incendios estructurales en interiores, les debe proveer de respiradores y ropa de protección: zapatos o botas protectoras, abrigos resistentes al fuego, guantes y protección para la cabeza, ojos y cara. Un concepto en el que hay que insistir en lo que se refiere al aparato independiente de respiración es el modo del flujo de aire hacia la máscara. En este punto, recomendamos al lector que repase los tres modos que estudiamos en el capítulo 11. El preferido para la extinción de incendios es alguno de los del tipo de presión positiva: demanda sobre presión o flujo continuo. El único argumento válido para utilizar el simple flujo sobre demanda es que con una carga específica este modo permite una exposición de mayor duración. Si el patrono cree que el modo de flujo sobre demanda es esencial, es necesario efectuar la prueba cuantitativa de ajuste con cada bombero.

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