Uno de los trabajos más peligrosos en la industria es la limpieza, reparación o mantenimiento que
requiera entrar en tanques u otros espacios cerrados. El riesgo es evidente pues los tanques no están
destinados a una ocupación continua; por tanto, el entorno es generalmente sospechoso. Dado que la
operación es temporal, es tentador arriesgarse y esperar lo mejor. Aun si se sabe que en tal atmósfera
se corre algún peligro, los trabajadores se sienten inclinados "a entrar y salir deprisa" para realizar el
trabajo, sin perder el tiempo y ni hacer el gasto de un equipo extenso y completo de protección
personal. Bajo esta perspectiva examinemos el caso 11.2.
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