La mejor manera de tratar los incendios es impedir que ocurran, así como en el capítulo 11 llegamos a la
conclusión de que eran preferibles los controles de ingeniería al uso de equipo de protección personal.
La eficacia en prevención de los incendios requiere imaginar las fuentes posibles. Cada instalación es
diferente y requiere de un análisis individual de las fuentes potenciales de incendio. Una vez que se han
identificado los riesgos, hay que tomar las decisiones sobre quién tiene la responsabilidad de controlar-
los. Estas decisiones deben documentarse en un plan de prevención de incendios.
Una causa importante de incendios es el sobrecalentamiento de los cojinetes o maquinaria y procesos
calientes. Otra causa son filtros o ductos de ventilación tapados o sucios, especialmente cuando el material
obstructor es un contaminante aéreo inflamable o combustible. Algunas de estas causas se evitan adoptando un buen programa de mantenimiento preventivo, que al mismo tiempo que disminuye la posibilidad de
incendios, alarga la vida del equipo. En esta estrategia el gerente de seguridad e higiene verá una oportunidad de ahorrar en costos de producción, en tanto que favorece la causa de la seguridad contra incendios.
Otro ingrediente del plan de prevención es una estrategia de limpieza. La acumulación de polvos combustibles en los silos elevadores de grano y los residuos de pintura en operaciones de pintura
con pistola por rociado son buenos ejemplos de la forma en que una limpieza deficiente aumenta los
riesgos de fuego. Incluso el papel ordinario y el material de desecho plantean riesgos.
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