domingo, 13 de abril de 2014

MAQUINAS ESMERILADORAS - I

Hay máquinas esmeriladoras en casi toda planta manufacturera: en la línea de producción, en el cuarto de herramientas o en el taller de mantenimiento. Son dos o tres los elementos que crean la mayor parte de los problemas, como sigue (véase la figura 14.32): 
• No mantener el descanso ajustado cerca (en el margen de 31 milímetros) de la rueda en las máquinas esmeriladoras no manuales. 
• No mantener la lengüeta de protección ajustada a por lo menos 63 milímetros. 
• No proteger la rueda esmeriladora lo suficiente. 
Estas reglas parecerán "puntillosas", pero las máquinas esmeriladoras plantean un riesgo grave que la gente no conoce: la destrucción de la rueda mientras gira a alta velocidad. No sucede muy a menudo, pero cuando lo hace, las lesiones al operador pueden ser mortales. Estas tres acciones están dirigidas contra este riesgo, incluso el requerimiento de ajuste del descanso.
Si la pieza de trabajo queda acuñada entre el descanso y la rueda, se ejerce un gran esfuerzo sobre la rueda esmeriladora. Un claro grande provoca que la pieza de trabajo se reduzca y después baje por la rueda, lo que resulta en una acción grave de acuñamiento, como se ilustra en la figura 14.33. Las fuerzas de esta acción de cuña ponen en peligro la integridad de la rueda abrasiva, pues es posible que se rompa y lance fragmentos de piedra al operador a velocidades casi tangenciales. Las únicas protecciones contra estos fragmentos de piedra son una buena guarda para la rueda, una lengüeta de protección bien ajustada y ropa protectora.

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