viernes, 24 de abril de 2009

Análisis fiabilístico de la seguridad (IV)

Para el estudio de estas secuencias de fallo se emplea el álgebra booleana que representa la distribución binomial en cada subsistema o componente de seguridad.

Como suceso inicial se tendrá un fallo tipificado, que se propagará en líneas de mayores o menores consecuencias en función de la reacción de los sistemas de seguridad.

Estos estudios se realizan de manera rigurosa mediante expresiones booleanas, siguiendo el álgebra de Boole, a la que se puede asociar un conjunto de diagramas lógicos que expresan el estado de funcionamiento o fallo de los diversos sistemas de la instalación.

Existen dos bloques booleanos básicos: el bloque “Y” y el bloque “O”. En el “Y” el suceso que se produce es consecuencia conjuntiva de todos los sucesos que constituyen la entrada al bloque “Y”. Si alguno de los sucesos de entrada no se produce, el de salida tampoco tiene lugar.

Por el contrario en el bloque disyuntivo “O” el suceso de salida es consecuencia de al menos uno de entrada.

Adicionalmente se utilizan los bloques “O exclusivo”, en el que el suceso de salida es consecuencia de uno solo de entrada (cualquiera de ellos, pero sólo de uno). También
se emplea el bloque lógico “Y secuencial” en el cual el suceso de salida se produce cuando los de entrada ocurren en una determinada secuencia.

En las figuras 9 y 11 se muestran diagramas lógicos y sus expresiones booleanas correspondientes mediante los cuales se puede deducir cual es la probabilidad de que ocurra el suceso final conociendo las probabilidades de los sucesos previos que representan las reacciones de los componentes o subsistemas de seguridad que intervienen.

En las figuras también se aprecia como puede utilizarse el bloque lógico “Y” y el “O”
(disyuntivo) en función del tipo de relación que se da entre causas y efecto.

No es éste el lugar apropiado para desarrollar las propiedades del algebra booleana y
su uso para calcular las probabilidades de los diversos procesos, pero se entiende a partir de los casos elementales anteriores, que tanto por cálculo manual como por cálculo computacional pueden abordarse diagramas lógicos de complejidad creciente
en los cuales se representen adecuadamente todas las variables del sistema que caracterizan los diversos equipos de seguridad.

La utilidad del análisis probabilístico de seguridad es múltiple, pues no sólo sirve para evaluar cual es el grado de inseguridad asociado a una planta concreta trabajando en unas condiciones dadas, sino que además permite determinar cuales son las vias de propagación o amplificación de los sucesos más frecuentes, y que conducen a las mayores consecuencias, por lo cual se puede modificar el proyecto y mejorar las funciones de seguridad involucradas en las líneas a las que se asocia el mayor nivel de riesgo (producto de la probabilidad por el daño causado).

Utilizando diversas hipótesis accidentales, se puede configurar el conjunto de relaciones daño/probabilidad, que determina las características de riesgo de la instalación, como puede verse en las figuras 7 y8.

En función de la tolerancia que se permita a los accidentes, tanto por parte del público como por parte de la autoridad reguladora, los sistemas de seguridad se habrán de modificar para acotar en unos casos las consecuencias máximas posibles, y en otros las probabilidades máximas. Por ejemplo, catástrofes con una gran incidencia sobre la población, y lógicamente sobre la economía, que fueran auténticamente desastrosas, aunque tuvieran una probabilidad muy baja, deberían ser evitadas de raíz.

Igualmente, los accidentes y averías de muy escasas consecuencias económicas, y sobre todo humanas, tampoco deberían permitirse, si esa probabilidad es tan alta que, integrada en el tiempo, supone una enorme pérdida económica y en vidas humanas.

Otra de las utilidades fundamentales del análisis fiabilístico de seguridad es la formulación de los adecuados planes de emergencia exterior e interior. Para que éstos sean realmente representantivos se deben tener en cuenta cuales son los sucesos accidentales con los que más probablemente hay que luchar y cuales son las cadenas a través de las cuales estos sucesos pueden amplificarse en gravedad, y por tanto exigir emergencias más severas.

La existencia en el pasado de accidentes catastróficos, tales como Seveso, Bhopal o Chernobyl hacen cada vez más aconsejable este tipo de análisis, los cuales sirven además para estudiar los sucesos ya ocurridos y estudiar a posteriori como debería haberse modificado la instalación accidentada para haber impedido accidentes tan catastróficos.

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