jueves, 2 de abril de 2009

Causas de contaminación del medio hídrico. Prevención. Tratamientos

Por contaminación del agua se entiende "la acción y efecto de introducir en el agua
materias o formas de energía o inducir condiciones que de modo directo o indirecto impliquen una alteración perjudicial de su calidad en relación con los usos posteriores o con su función ecológica".

Las estaciones o plantas depuradoras de agua contaminada o residual tienen por objeto suplir la falta de capacidad autodepuradora del medio ambiente debida al exceso de carga. En este sentido, una planta depuradora realiza la misma labor que kilómetros de río.

El fin de la depuración es obtener un agua cuya contaminación se limite a un grado tal que su vertido al medio receptor no suponga una merma en la calidad de éste.

En cualquier núcleo de población podemos tener agua residual de diversa procedencia que, con carácter general se clasifica en:

agua residual doméstica. Es la que procede de domicilios, locales públicos, instalaciones comerciales, establecimientos sanitarios, etc.

agua residual industrial. Es la que procede de plantas de fabricación o transformación de productos.

agua de lluvia. Es la resultante de la escorrentía superficial.

Las características de las aguas residuales pueden clasificarse en: físicas, químicas y biológicas. Estas características dependen de la composición, es decir del contenido de contaminantes.

El contenido total en sólidos (disueltos y en suspensión) es lo que confiere a las aguas sus propiedades físicas de color, olor y sabor. Otra de las características físicas más importantes es la temperatura.

La temperatura del agua es un valor muy importante ya que influye en el desarrollo de la vida acuática, velocidades de reacciones químicas y solubilidad del oxígeno.

Las características químicas de las aguas contaminadas se deben a la materia orgánica, inorgánica y gases.

Los aspectos biológicos más interesantes relacionados con las aguas son los correspondientes a los microorganismos que se encuentran en ellas, los organismos patógenos y los organismos empleados como indicadores de contaminación. Los principales microorganismos presentes en las aguas son: bacterias, hongos, protozoos y algas.La temperatura y el pH juegan un papel vital en la vida de los microrganismos.

La composición y volumen de las aguas residuales puede variar para un mismo núcleo de población o instalación industrial de hora a hora, de día a día y de año a año. Por tanto, con vistas a su tratamiento hay que tener siempre presente que el buen funcionamiento
de una planta depuradora dependerá de la realización previa de un estudio minucioso tendente a tratar de evitar perturbaciones posteriores.


La consideración de los criterios económicos permite afirmar que no hay un sistema de tratamiento que sea mejor que otro con carácter general sino que, el mejor tratamiento será el que se ponga en marcha como resultado de considerar en cada caso diversas alternativas viables y eligiendo entre ellas la de menor coste global

En las plantas industriales, el agua tiene una serie de importantes aplicaciones que la hacen insustituible y ese uso es el que provoca su contaminación. Las utilizaciones más frecuentes del agua son como: fluido refrigerante, materia prima para la fabricación de vapor, reactivo y diluyente, medio de limpieza y de lucha contra incendios

La captación del agua se realiza de cauces naturales o de acuiferos subterráneos. Dado que las impurezas presentes en el agua pueden causar problemas importantes en las conducciones y equipos industriales con los que se mantenga en contacto, es imprescindible no solo conocer y cuantificar dichas impurezas sino eliminarlas, total o parcialmente, para controlar sus efectos.

Por motivos económicos, los niveles de calidad del agua tratada deben ser diferentes en función de la utilización prevista. El sistema de tratamiento se lleva a cabo escalonadamente en diferentes unidades de tratamiento dando lugar a los diferentes tipos
de agua industrial que se distribuyen por la fábrica mediante tuberías independientes. Existen dos redes de agua que son exclusivos de la industria alimentaria y que requieren especial atención en lo que respecta a su calidad. Son el agua de lavado de envases y el agua empleada en tratamiento térmico (pasterización).

Con carácter general, los tratamientos a los que se someten las aguas de uso industrial o doméstico para poder consumirlas, se agrupan en: tratamientos para eliminar los sólidos
en suspensión, tratamientos para eliminar los sólidos disueltos y tratamientos complementarios destinados a la eliminación de gases y desinfección.

El coste del tratamiento de agua es muy importante y puede llegar a condicionar la viabilidad de una actividad industrial. En términos generales, el coste es tanto mayor cuanto peor sea la calidad del agua bruta.

La escasez de agua en países de gran densidad de población y altamente industrializados junto con la necesidad de depurar los efluentes contaminados plantea la conveniencia de reciclar, en lo posible, el agua empleada.

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