domingo, 1 de mayo de 2016

Reportan 100 casos de inseguridad industrial al mes

En el último nivel del esqueleto de un edificio que será de ocho pisos, está el albañil Juan C. y “es imposible” que se caiga desde ahí, no porque tenga una indumentaria adecuada; apenas lleva sombrero, polera, pantalón y abarcas; sino porque dice que ya perdió el miedo a las alturas.

Juan C., que prefirió guardar su identidad por temor a represalias, actualmente construye un edificio en la zona norte de la ciudad. Tiene más de 10 años de experiencia en construcción y, según recuerda, “solo una vez” sus jefes le dotaron uniforme y otros equipos de seguridad industrial.

Reconoció que cada día desafía a la muerte, pero prefiere no denunciar a sus empleadores por temor a que lo despidan.

A diferencia de él, mensualmente un centenar de personas que también sufre inseguridad industrial, denuncia su situación ante la Dirección Departamental de Trabajo de Cochabamba, según un reporte de esa institución.

Quienes trabajan en limpieza y recojo de basura sin implementos de seguridad, en fábricas de vidrio precarias y separan la basura tóxica también sufren consecuencias de no contar con seguridad industrial en las labores que desempeñan.

El jefe departamental de Trabajo de Cochabamba, Vladimir Villarroel, dijo que los trabajadores están amparados por el Decreto 16998, del 2 de agosto de 1979, que fue elevado a Ley General de Seguridad Ocupacional y Bienestar.

La mayoría de las denuncias están referidas a la falta de dotación de uniforme y las malas condiciones laborales, detalló Villarroel.

La Dirección Departamental de Trabajo, en la medida de sus posibilidades, se encarga de hacerla cumplir.

Dentro su Programa Operativo Anual (POA) están previstos operativos diarios en entidades públicas y privadas, e incluso comercios, para verificar que los empleadores garanticen la seguridad industrial y otros derechos laborales.

Mensualmente se ejecutan 60 inspecciones en el departamento. No obstante, solo ocho personas de la Dirección Departamental de Trabajo deben recorrer más de 4 mil entidades.

Villarroel dijo que dentro la previsión del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, está previsto incrementar recursos humanos que permitan cumplir con el POA.

Y es que, como Dirección Departamental de Trabajo debe cubrir todo el territorio cochabambino, hay días en los que se planifican operativos en El Trópico, por ejemplo. En ese caso, el personal debe emprender largos viajes para llegar solo a una empresa.

Entre tanto, en algunas entidades que aún no fueron inspeccionadas por la Dirección Departamental de Trabajo, hay centenares de asalariados que trabajan en condiciones inapropiadas. La mayoría son del rubro de la construcción.

Prueba de ello son los accidentes, decesos de albañiles que se reportan en el departamento cada año.

Una de las últimas víctimas de la inseguridad industrial en Cochabamba fue el albañil Juan Colque Flores, de 27 años de edad. Él narra lo sucedido con preocupación.

Juan cayó del séptimo piso de un edificio en construcción, mientras colocaba lozas y revoques en uno de los niveles.

En este tipo de casos, la norma indica que el empleador debe indemnizar a la familia del difunto el equivalente a dos años de salario, entre otros beneficios.

En caso de que la Dirección Departamental de Trabajo constate que una empresa incumple con las normas de seguridad industrial, se aplica una sanción económica escalada. Es decir, si la empresa tiene de 1 a 10 trabajadores, debe pagar 100 bolivianos por cada infracción; si tiene de 11 a 20, dos mil; y si tiene 100 o más, hasta 10 mil.

Actualmente hay empresas que adeudan entre 200 mil y 300 mil bolivianos por no dar cumplimiento a la seguridad industrial y otros derechos laborales.

Mientras desarrolla su trabajo, a más de siete metros de alto, Juan C. se queda pensativo cuando se le pregunta ¿Qué pasaría si sufres un accidente? Entonces relata que se le vienen a la mente sus tres hijos de entre 4 a 10 años de edad, su esposa, su familia. “Me pagan bien, me cuido. Pero, a buenas, le pediré al arquitecto que nos ayude a cuidarnos más”.

Datos

Empleos peligrosos

Hay sectores ocupacionales que son más riesgosos que otros, sin embargo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) protege a los trajabadores de condiciones peligrosas.

Por ejemplo, la OIT da prioridad a trabajadores de los siguientes cuatro rubros:

-Construcción

- Agricultura

- Minería

-Trabajo en buques

Vulneración

Según un estudio realizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), los rubros donde más se vulneran los derechos laborales en Bolivia son la albañilería, transporte, textilería y limpieza de vías públicas.

Informalidad

La informalidad es uno de los factores que promueve la inseguridad industrial.

Las entidades que están en la clandestinidad generalmente no invierten en seguridad industrial porque evade las normas.

Solo en 2012, en Bolivia al menos el 58 por ciento de la población urbana trabajaba en el sector informal, según datos emitidos por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Más de 50 cartas diarias

La Dirección Departamental de Trabajo recibe entre 50 a 60 quejas diarias por vulneración de diferentes derechos

laborales.

Generalmente las denuncias son presentadas por gremios y no por iniciativa de los empleados, debido a que temen represalias de parte de sus empleadores.

Hay otros asalariados que se aproximan hasta la Dirección Departamental del Trabajo (calle Aniceto Arce Nº 828 esquina Pasaje Mejía) para presentar su queja personalmente. La Dirección Departamental de Trabajo mantiene en reserva la identidad del denunciante, si es que así lo solicita, para evitar represalias.

La recepción de denuncias también es mediante la línea telefónica de la institución 4589455 o el fax 4589450.

De acuerdo a la denuncia, la Dirección Departamental de Trabajo procede con inspecciones a la fuente laboral o

citaciones.

Inspección a seis constructoras revela que todas ponen en riesgo la vida de los obreros

La Dirección Departamental de Trabajo inspeccionó a seis constructoras grandes de Cochabamba y evidenció que ninguna ejecutaba obras enmarcadas en la seguridad industrial.

“Sus obreros vestían ropa simple y abarcas para cavar zanjas con picotas o palas”, detalló el jefe departamental de Trabajo de Cochabamba, Vladimir Villarroel. “Imagínese que le caiga una piedra a sus pies”, agregó.

La pasada semana esta entidad inspeccionó media docena de empresas grandes de construcción de Cochabamba y “no había ni una sola” que cumpla a cabalidad lo que establece la Ley General de Higiene, Seguridad Ocupacional y Bienestar. OPINIÓN intentó comunicarse con la Cámara Departamental de la Construcción, sin embargo pudo contactarse con los ejecutivos.

Se aplicaron sanciones económicas en base al número de trabajadores y las infracciones cometidas.

La Ley enumera 30 obligaciones para los empleadores y 16 para los empleados.

Por ejemplo, la obligación número 14 de un empleador es “proveer y mantener ropa y/o equipos protectores adecuados contra los riesgos provenientes de las substancias peligrosas, de la lluvia, humedad, frío, calor, radiaciones, ruidos, caldos de materiales y otros”. No obstante, se evidenció que ninguna cumplía.

Villarroel indicó que, al margen de proveer la indumentaria adecuada a los trajabadores, de acuerdo al tipo de obra que ejecuten, las constructoras deben invertir en otros elementos de seguridad.

Dijo que un albañil que está a más de tres metros de altura, por ejemplo, debe llevar una línea de vida, se trata de un sistema de protección contra caídas diseñado para cumplir dos funciones fundamentales: restricción, que evita que se llegue a una zona de riesgo; y anticaídas, que detiene con total seguridad a uno o varios usuarios que sufran una caída accidental. Mientras que los trajabadores tienen que “usar obligatoriamente los medios de protección personal y preservarlos”.

Los riesgos deben ser prevenidos, no remediados

Luis Rendón// Gerente de Planificación y Operaciones COBOCE LTDA.

La seguridad industrial o gestión industrial, como debería llamarse, es vital para la gestión administrativa de una organización.

Es fundamental aplicarla con una perspectiva preventiva y no reactiva. Algunos piensan que seguridad industrial es entregar los equipos de protección, como cascos, lentes, protectores auditivos, protectores respiratorios, ropa de trabajo, botines y demás. Eso debería ser lo último que la empresa facilite, pues se debe empezar por capacitar al personal.

El problema es que mucha gente es reacia a utilizar equipo de protección, pero se le debe explicar que hay riesgos.

RUBROS La seguridad industrial se aplica en todos los ámbitos. Es más, en función al riesgo, habrá alguna empresa que invierta más en este ámbito. Por ejemplo, en yacimientos o en una empresa minera, estamos acostumbrados a ver el personal con casco, botines y demás. En cambio en un banco no se ve al personal de esta manera, pero también tienen seguridad industrial aplicada sobre todo a prevenir asaltos.

INFRACCIÓN Lamentablemente en los países en vías de desarrollo, la seguridad industrial es considerada un gasto innecesario y no tiene que ser así.

Un accidente en una empresa tiene resultados terribles, como los costos de la indemnización, la imagen de la entidad y la familia del empleador.

Desde ese punto de vista, todas las empresas deberían cumplir, empezando por conformar comités mixtos de seguridad.

Los comités mixtos de seguridad están conformados por ejecutivos y empleadores que deben velar porque la gestión de seguridad se implemente y mejore.

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