viernes, 20 de diciembre de 2013

Operación – IV

Una tarima ordinaria de madera no se considera una plataforma de seguridad, aunque se acostumbra utilizarla para elevar personal. Algunos lectores pensarán que es poco razonable la regla de que la persona sobre la plataforma sea capaz de desconectar la energía del transporte. Esta regla también se aplica al uso de las tarimas ordinarias como plataforma de elevación. Los trabajadores también pueden oponer resistencia a la regla, y el gerente de seguridad e higiene necesita estar en posición de contrarrestarla con programas de capacitación que expliquen eficazmente sus razones. Como explicación de la regla, pida a los trabajadores que piensen en el riesgo que provocarían las obstrucciones inesperadas. Una obstrucción pequeña podría

1. Dañar la plataforma.
2. Inclinar la plataforma, de modo que el trabajador pierda el equilibrio.
3. Lesionar al trabajador sobre la plataforma.
4. Tirar al trabajador.

El conductor del montacargas está en mala posición, debido a la distancia o al ángulo, para detectar todas las obstrucciones y juzgar su distancia en relación con la plataforma levantada. Uno podría argüir que el elevador puede estar totalmente libre de obstrucciones, pero tales elevadores no son comunes.

No hay ninguna razón para elevar a los empleados, a menos que el elevador esté junto a equipo, pilas de material o alguna estructura del edificio. Cualquiera de estos elementos puede representar un riesgo de obstrucción. Una variación del pasajero de montacargas es el pasajero del poste para alfombras. En los almacenes de alfombras, el montacargas está equipado con un solo poste, que es guiado dentro del carrete del rollo de alfombra, para levantarlo y transportarlo por la planta. Se ha sabido de trabajado- res que montan estos postes al estilo rodeo para llegar a la parte superior de una pila de rollos de alfombra. Normalmente no debería haber razones para que un trabajador monte el poste, porque puede ser elevado y guiado a su posición por el conductor sin necesidad de ayuda. Cuando se manipulan cargas, a menudo el montacargas opera cerca de observadores, supervisores o asistentes que le dan instrucciones al operador. Un lugar peligroso para pararse es debajo de la uña elevada, cargada o no. Otra posición peligrosa es entre un montacargas que se acerca y un objeto o banco fijos.

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