jueves, 7 de febrero de 2013

El gerente de seguridad e higiene industrial

Todos desean un lugar de trabajo seguro y saludable, pero lo que cada persona está dispuesta a hacer para alcanzar este provechoso objetivo varía mucho. Por lo tanto, la dirección de la empresa debe decidir hasta qué nivel, dentro de un amplio espectro, se dirigirá el esfuerzo de seguridad y salud. Algunos gerentes niegan esta responsabilidad y quieren dejar la decisión en manos de los empleados. Esta postura parece coincidir con el principio sagrado de la libertad personal y la responsabilidad individual. Pero tal negación de la responsabilidad por parte de la dirección es de hecho una decisión por omisión y, por lo general, el resultado es un nivel más bien bajo de seguridad e higiene, en el ambiente de trabajo.
¿Es lo anterior una impugnación del buen juicio del trabajador? Ciertamente no, porque sin el compromiso de la dirección, el trabajador no suele ser capaz de incorporar él mismo la seguridad en su área de trabajo. El comportamiento del trabajador es el determinante más importante de su seguri- dad, pero el comportamiento, por sí solo, no puede hacer seguro un trabajo peligroso. Además, aun si un trabajador tiene una fuerte inclinación a la cautela y al cuidado de su salud, hay muchas motivacio- nes de producción y otros incentivos, bastante naturales, que debilitan o socavan las actitudes de prevención si la dirección no se ha comprometido con la seguridad y la higiene industrial. Una persona, por lo regular denominada director de seguridad o de higiene industrial, define el tono del programa de seguridad e higiene de la empresa. De hecho, desde el principio se mani- fiesta el interés de la dirección si la empresa decide encargar a una persona la responsabilidad de la seguridad y la higiene. Pero nombrar a alguien director o gerente de seguridad e higiene es sólo el primer paso. Muchas de estas personas tienen poca autoridad y (especialmente en el pasado) por lo regular tanto la dirección como los trabajadores las han ignorado. No era raro que el trabajo del director de salud estuviera considerado entre las actividades de relaciones públicas, dedicado a colo- car letreros motivacionales y llevar estadísticas. Éstos siguen siendo aspectos importantes, pero aho- ra se le reconoce a su función mucha más responsabilidad.
En los años setenta cambió radicalmente la función habitual del director de seguridad en las empresas industriales. A raíz de la Ley de Salud y Seguridad Laboral1 de 1970, en Estados Unidos se creó la Dirección de Salud y Seguridad Laboral (Occupational Safety and Health Administration. OSHA), una dependencia federal cuyas reglas tendrían gran impacto en el trabajo del director de seguridad. El capítulo 4 analiza este impacto en detalle; en lo que resta de éste, veremos la principal función que tiene ahora el encargado de la seguridad y la higiene industrial. Sin duda alguna la OSHA fortaleció la autoridad del gerente de seguridad en las plantas industriales de los Estados Unidos. Antes de la creación de la OSHA, muy pocos de esos gerentes se atrevían a interferir con los programas de producción para resolver un problema de seguridad higiene. Pero importantes casos de la OSHA aparecidos en los medios de comunicación han h ver al personal de la alta dirección las graves consecuencias que enfrentarán si no se ocupar forma adecuada de los problemas serios de seguridad o de salud. El campo de la higiene en el trabajo se ha beneficiado por la OSHA más aún que el canip la seguridad en el trabajo. Antes de la aparición de la OSHA. la higiene en el trabajo parecía ser problema que no le concernía a nadie, excepto quizás a la enfermera de la planta, que adei tenía muy poca autoridad para influir en las políticas e incluso para tomar medidas de preven de riesgos. Antes de que apareciera la OSHA. esta enfermera se ocupaba principalmente de l primeros auxilios (después del accidente) y de exámenes físicos, y no de disminuir y prevenir riesgos.
Al describir las funciones del ejecutivo de hoy, encargado de la responsabilidad de la segunda,1 y la salud, en este texto utilizaremos el término gerente de seguridad e higiene, en reconocimiento de la naturaleza dual del puesto. Asimismo, el término gerente denota una carga mayor de responsabili- dad, que comprende el análisis de los riesgos, el cumplimiento de las normas y la planeación de inversiones de capital, además de las funciones convencionales ya descritas. El propósito del libro es proporcionar herramientas y guías a los gerentes de seguridad y salud para ayudarles a desempeñ ,r sus deberes ahora más amplios. Tratar con normas aplicables es una de las mayores dificultades que enfrenta hoy el gerente de segundad e higiene, y conseguir este objefivo es un propósito primordial de nuestro libro Dado que solo 10 por ciento de las normas genera 90 por ciento de las actividades, los gerentes de segundad e higiene necesitan lincamientos para las partes importantes de tales normas Las cita- das con mas frecuencia deben recibir atención prioritaria, porque indican áreas en las cuales los oficiales ponen m ch a encion. En cualquiera de estos casos, los gerentes de segundad e higiene requ eren conocer e tas normas frecuentes de modo que consigan que las instalaciones las obedezcan Además de sta referencia constante, los gerentes de seguridad e higiene han de conocer el "porqué de la SS ^d aprenda: q1 TdemeS Pretende prevenir nonna. pasarán momento correcciónde Cierta situación necesita

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