viernes, 22 de marzo de 2013

LUGAR DE TRABAJO LIBRE DE HUMO - I

La opinión pública se ha inclinado en dirección al respeto por los informes de los riesgos graves del humo de tabaco. En el pasado, la preocupación general se reducía a los efectos nocivos del tabaquismo en los propios fumadores, pero ahora los ciudadanos se orientan a la víctima abstinente, al llamdo “fumador pasivo”. Wells estima que aproximadamente 46.000 estadounidenses no fumadores mueren cada por exposición al humo de tabaco. Glanz cita el humo de tabaco como fuente de más de 4.000 contaminantes químicos del aire, incluyendo 43 carcinogenos conocidos. Es una exposición pasiva al humo del cigarro no puede ser ignorada por el gerente de industria e higiene ni por el congreso y las dependencias federales. La OSHA ya ha dado algunos pasos para ocuparse de los fumadores en e lugar de trabajo, adelantándose a cualquier norma laboral que aborde específicamente el problema. Los funcionarios de la OSHA han testificado ante subcomisiones del congreso el particular.
En 1994, la OSHA público en el Federal Register una Regla Propuesta sobre la Calidad del Aire Interior, que aunque se ocupa de otros contaminantes del aire interior, está claro que el humo del tabaco es su objetivo primario. En el caso del humo de tabaco, se les requeriría a los patronos ya sea que prohibieran fumar en todo el edificio o bien que establecieran áreas de fumar. La norma propuesta exige, de forma que el humo de tabaco quede contenido en el lugar. Si el sistema de ventilación falla, se debe prohibir fumar incluso en las áreas autorizadas hasta que se hagan las reparticiones, incluso las actividades de limpieza y mantenimiento en el área de fumar estarán registradas a los momentos en los que no haya personal fumando en el área.
No es difícil imaginar que la OSHA tendrá problemas al promulgar una nueva norma restrictiva tan penetrante como la Regla Propuesta sobre la Calidad de Aire. Cuando se imprimía este libro, la nueva norma aún estaba en revisión. Sin embargo, hay en ambos lados del tema presión política. Una organización nacional anti tabaquista llamada ASH (Action on Smoking and Health) ha estado presionando a la OSHA durante los últimos 20 años para que regule el consumo de cigarrillos en el trabajo.

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