domingo, 25 de agosto de 2013

Asfixiantes

Los asfixiantes evitan que el oxígeno llegue a las células del cuerpo; en general, cualquier gas puede ser un asfixiante, si se encuentra en concentraciones suficientes para desplazar la proporción esencial de oxígeno del aire. Mucha gente ha cometido suicidio respirando gas natural, que básicamente es metano. Este gas es un simple asfixiante, ya que sólo desplaza la proporción de oxígeno del aire inhalado. El metano puede estar presente en entornos industriales, puesto que se trata de un producto de la fermentación. Otros asfixiantes simples frecuentes son los gases inertes, como el argón, el helio y el nitrógeno utilizados en soldadura. Puede parecer incorrecto clasificar al nitrógeno como contaminante del aire y asfixiante, cuan- do es el principal constituyente (78 por ciento) del aire normal. Pero demasiado nitrógeno reducirá la proporción normal de oxígeno (21 por ciento) del aire. Cualquier proporción de oxígeno menor al 19.5 por ciento es considerada deficiente. La deficiencia de oxígeno es muy peligrosa, una situación más seria de lo que la mayoría de la gente piensa. El caso 8.1 es la descripción de un accidente procedente de los registros federales de defunciones en el lugar de trabajo (ref. 44).

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