miércoles, 28 de agosto de 2013

Vías de entrada

El término sustancia tóxica puede considerarse sinónimo de veneno, una palabra familiar a todos nosotros, que de niños fuimos enseñados a no comer ni beber venenos. El veneno aparece hasta en los cuentos de hadas, como "Blanca Nieves y los siete enanos". Puede ser cierto que el mayor peligro de los venenos en el hogar está en su ingestión (tragarlo), pero en el trabajo el mayor peligro está en su aspiración. De hecho, se ha dicho que el orden de importancia de las vías de entrada al cuerpo para las sustancias tóxicas es el exacto opuesto en el trabajo que en el hogar, como se ve en la figura 8.2. Las diversas vías de entrada de las sustancias tóxicas tienen más relaciones mutuas de lo que cree la mayor parte de los trabajadores. Las sustancias tóxicas inhaladas se acumulan en las membranas mucosas;
luego, el moco es expulsado con la tos y no es posible evitar que cierta parte se trague. Las sustancias tóxicas en contacto con la piel también suelen ser ingeridas, ya que se incrustan bajo las uñas y en las manos, que más adelante tocan los alimentos. Los polvos tóxicos del aire también se recogen en el cabello y luego se depositan en la almohada durante el sueño, con lo que generan una entrada indirecta al cuerpo. Conociendo las vías de entrada de las sustancias tóxicas es fácil ver lo importante de la higiene. Algunos de los principios de higiene que analizamos en el capítulo 7 adquieren más importancia cuando se toman en cuenta las sustancias tóxicas. El almacenamiento apropiado de la comida y las instalaciones de duchas y lavabos son esenciales para el control de la cantidad de sustancias tóxicas que pasan al organismo del trabajador.

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